24 de noviembre de 2020

Festividad de Santa Catalina en Jaén

 A finales del mes de noviembre, Jaén vive una de sus celebraciones más tradicionales y bulliciosas del año, se trata de la romería a Santa Catalina de Alejandría, co-patrona de la ciudad. Cada 25 de noviembre, son muchos los giennenses que suben al cerro del castillo para pasar un día de fiesta y disfrutar con la procesión y romería a Santa Catalina y degustar las típicas sardinas que son el plato por excelencia de este día.


La Cofradía sostiene la devoción a Santa Catalina con la fiesta religiosa que se le dedica, en vísperas de su festividad y que consiste en la celebración de un triduo y la fiesta principal el día 25 con la celebración de una Misa. La santa es llevada en procesión desde el templo de la Inmaculada y San Pedro Pascual hasta el patio de armas del castillo por anderos recorriendo un largo y empinado trayecto y acompañada de autoridades, cofrades y fieles. Hasta hace pocos años era llevada en un tractor por la carretera de circunvalación y una vez llegaba a las primeras rampas de inicio a la subida del castillo, eran sus costaleros quienes la cargaban. Una vez accede al interior del recinto se inicia la Santa Misa. Desde hace algunos años la Cofradía organiza un Pregón en honor a la Santa y en los días previos a la fiesta tienen lugar algunos eventos populares.

La Iglesia católica celebra la solemnidad de Santa Catalina de Alejandría, Virgen y Mártir el 25 de noviembre. Según una antigua tradición, se asegura que fue Santa Catalina quien ayudo al Rey Fernando III de Castilla, en 1246, a conquistar la ciudad de Jaén, por ello se la considera su Patrona y Protectora.

Esta fiesta tuvo su origen en el Real Convento de Santa Catalina Mártir, de la Orden de Predicadores y debió tener bastante importancia en la ciudad, dado que, en ella participaba siempre el Cabildo municipal. En el año 1558 ya existía en Jaén una cofradía que veneraba a esta santa. Pero la celebración de esta jornada festiva no era antaño como la conocemos hoy. La gente aprovechaba el día 25 para subir y ver el castillo, que por entonces se encontraba devastado y a disfrutar de un día de campo.

Siendo propietario de la fortaleza D. Manuel Ruíz Córdoba, intentó recuperar la apagada devoción y, a tal efecto, llevó a cabo la rehabilitación de la primitiva capilla que se encontraba en el recinto del Castillo, en el lugar donde se erigió varios siglos atrás, la parroquia de El Salvador, allí coloco una imagen de Santa Catalina el 25 de noviembre de 1929. Duró bien poco aquella iniciativa debido a la guerra civil.

Pasados unos años con la llegada de la estabilidad política en España, se consiguió que el castillo fuera restaurado en su totalidad y al mismo tiempo, la edificación en 1961 del Parador Nacional de Turismo, fomentaron el auge de aquel paraje que hasta entonces se encontraba en decadencia.

Fue en esos años cuando se originó la idea de fundar una cofradía que diera culto a Santa Catalina y así tras bastantes empeños D. Manuel Pestaña Sánchez, el artífice de la fundación de la actual Cofradía, consiguió que el obispo Romero Mengíbar aprobará sus Estatutos el 12 de diciembre de 1964, aunque sería en 1967, cuando tendría lugar la primera romería con la Imagen de la mártir. Los Estatutos actuales fueron aprobados por el Obispo D. Santiago García Aracil el 15 de julio de 1995.

La idea de D. Manuel Pestaña era que Santa Catalina permaneciera todo el año en el castillo, por lo que gestiono la reparación de la maltrecha capilla de la fortaleza para depositar allí la Imagen.

Actualmente la encargada de mantener y cuidar esta tradición es la Real e Ilustre Cofradía de Santa Catalina de Alejandría, que tiene su sede canónica en la iglesia de la Inmaculada y San Pedro Pascual, no obstante, la Imagen se encuentra todo el año depositada en la capilla de una de las torres del castillo, que hubo de ser restaurada y más tarde, introducirle por parte de la Cofradía, algunas reformas, entre ellas, una puerta de hierro acristalada por la que se puede visualizar el interior y la colocación en los ventanales de la torre de unas vidrieras donde se representa el Santo Rostro y San Eufrasio. La capilla de estilo gótico fue construida aproximadamente entre los siglos XIII y XIV.

Como curiosidad, la Cofradía mantiene en su denominación el título de Real, pues desde el 14 de octubre de 1969, el Rey emérito Juan Carlos I, ostenta la condición de Hermano Mayor Honorario, cuando aún era Príncipe de España.


La imagen de Santa Catalina que se venera en la actualidad, es de estilo neobarroco de talla completa, policromada y estofada con aplicaciones de oro y plata en la túnica y el resto de la vestimenta. En ella se representan los atributos iconográficos que la caracterizan, entre los que sobresale la palma que porta en la mano, que indica su condición de mártir y a sus pies aparece una rueda y una espada que son los instrumentos que se utilizaron en su martirio. Es obra de José María Ponsoda Bravo (1882-1963), quien la realizó en 1942. Esta talla se veneraba en la antigua iglesia de Santo Domingo, siendo cedida por la Diputación Provincial en 1976, viniendo a sustituir a otra de menor tamaño que la actual.

Sobre la vida de Catalina de Alejandría hay que señalar que fue una mártir cristiana, nacida hacia el año 290 de una familia noble de Alejandría (Egipto). Pronto Santa Catalina destacó en sus estudios, por lo que, fue considerada como una persona muy culta de su época.

Al parecer, tuvo una aparición de Cristo y, a partir de ahí, decidió, consagrarle su vida. La historia de su martirio como el de tantos otros cristianos que murieron adorando a Cristo comienza cuando “El emperador Majencio acudió a Alejandría para presidir una fiesta pagana y ordenó que todos los súbditos hicieran sacrificios a los dioses. Catalina entró en el templo, pero, en lugar de sacrificar, hizo la señal de la cruz. Y dirigiéndose al emperador lo reprendió exhortándolo a conocer al verdadero Dios. Conducida a palacio, ella reiteró su negativa a hacer sacrificios, pero invitó al emperador a un debate.

En la prueba del debate filosófico, los sabios resultaron convertidos al cristianismo por Catalina, lo que provocó la ira del emperador, quien hizo ejecutar a los sabios, no sin proponerle antes a Catalina que se casara con uno de ellos, a lo que ella se negó rotundamente. Majencio trató de convencerla con promesas, pero al no lograrlo mandó azotarla y después encerrarla en prisión. Allí fue visitada por la propia emperatriz y un oficial, Porfirio, que terminó por convertirse junto con otros doscientos soldados.

El emperador ordenó entonces que torturaran a Catalina utilizando para ello una máquina formada por unas ruedas guarnecidas con cuchillas afiladas. Las ruedas se rompieron al tocar el cuerpo de Catalina, quien salió ilesa. La emperatriz trató de interceder a favor de Catalina, pero fue decapitada, al igual que Porfirio y sus doscientos soldados”.

Su tumba fue encontrada al pie del Monte Sinaí, en el monasterio que lleva su nombre, lo que dio motivo a peregrinaciones de todo el mundo, especialmente apreciada por los peregrinos de Tierra Santa. Según una leyenda, los monjes del monasterio construido a los pies del Monte Sinaí, descubrieron en una gruta de la montaña el cuerpo intacto de una joven a la que reconocieron como Catalina de Alejandría. El cuerpo había sido depositado allí por los ángeles.

El primer vestigio de su culto se encontró en una pintura del siglo VIII hallada en Roma. Su veneración se extendió desde la segunda mitad del siglo X, y fue una de las más difundidas por toda Europa, sobre todo en Francia, en el siglo XII, gracias a los cruzados.

La difusión de la devoción fue la razón que intereso a los artistas para personificarla, algunos la representan con una aureola tricolor, la blanca simboliza su virginidad, la verde su sabiduría y la roja su martirio. Los atributos con los que se la representa son la palma, la espada y la rueda arpada, todas indicativas del martirio. Una corona en alusión a la realeza y un libro, como símbolo de sabiduría.

Catalina de Alejandría es la patrona de los escolares y estudiantes, filósofos, prisioneros, jóvenes casaderas, barberos, carreteros, molineros, traperos, hilanderas, ciclistas, etc. Las Universidades de París, Oviedo y Padua la tienen como patrona.

Se considera también protectora de artesanos que usan ruedas en su trabajo (alfareros, hilanderos, etc.); archivistas, abogados, juristas, bibliotecarios, personas en trance de muerte, educadores, jovencitas, solteras, estudiantes, maestros, afiladores de cuchillos, mecánicos, torneros, enfermeros, filósofos, predicadores, teólogos, secretarias y taquígrafos.

Por último, indicar que tanto el castillo como el cerro donde éste se ubica, reciben el nombre de Santa Catalina, así como el I.E.S. “Santa Catalina de Alejandría” que además de llevar el nombre de la co-patrona de la ciudad, organiza desde hace años, en las vísperas del 25 de noviembre, una carrera solidaria popular por la paz y la integración.


JDCL


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